top of page

REUNIRNOS RENOVARNOS Y FLORECER: UNA CONSIGNA PARA EL RETORNO A CLASES


Aún se discute el cuándo y el cómo del retorno a clases, en algunos lugares ya está ocurriendo. Probablemente todas las escuelas, colegios y liceos de Chile están preparando este incierto retorno a clases. Sin duda que gran parte de esta preparación tiene que ver con asegurar las condiciones sanitarias para los estudiantes, docentes y familias.


Otra gran preocupación de los equipos escolares es asegurar recuperar y nivelar los aprendizajes académicos. La UNICEF, UNESCO y otras organizaciones expertas, han señalado que habrá un fuerte retroceso en estos aprendizajes, especialmente en los niños y niñas en condición de vulnerabilidad. Es importante pensar con anticipación los planes para acortar brechas y apoyar a los estudiantes académicamente.


Dentro de esta planificación no puede quedar fuera el aprendizaje socioemocional (ASE). Si bien el ASE nunca deja de ocurrir, porque es un proceso continuo que ocurre en las relaciones entre adultos y estudiantes, las cuales a pesar del distanciamiento físico, se han mantenido de alguna manera, presentará grandes desafíos cuando se renueve la actividad escolar el próximo año. Sabemos que una pandemia con largos períodos de confinamiento no es algo inocuo en términos de desarrollo socioemocional, y sin duda ha sido un evento traumático para la educación.


Enfrentar un trauma requiere de resiliencia, esa capacidad de recuperarse y salir fortalecidos ante la adversidad. Las preguntas entonces, que deberán hacerse las escuelas, van más allá de cómo recuperar el espacio físico seguro para recibir a los estudiantes y cómo recuperar los aprendizajes académicos. También tienen que pensar en qué han aprendido este año y cómo pueden ser escuelas aún mejores que antes de la crisis. El ASE será clave para este proceso, porque la resiliencia de una escuela depende de la resiliencia de las personas que componen la comunidad y eso tiene directa relación con competencias socioemocionales como la regulación emocional, la autogestión, la mentalidad de crecimiento, la resolución de conflictos, etc.


Pensando en este proceso de resiliencia proponemos tres ideas fuerza que pueden guiar la reflexión para diseñar una hoja de ruta para un retorno a clases con foco en la resiliencia: renovarnos, reunirnos y florecer.


El renovarse tiene que ver con volver a mirar el proyecto educativo, la visión, los valores, los sellos institucionales, para darles sentido en un nuevo contexto. ¿Cómo podemos vivir lo que está declarado en las circunstancias actuales? ¿Qué indicadores concretos nos dirán si vamos bien encaminados hacia lo que soñamos como escuela? ¿Cómo se relaciona nuestra visión con el ASE? Y lo más importante, ¿cómo involucramos a toda la comunidad para entusiasmarla con esta visión renovada?


Reunirnos apela a una revisión de todas las relaciones al interior de la comunidad. El tema de los vínculos con los estudiantes durante el distanciamiento físico ha cobrado un protagonismo enorme, y aunque desde hace tiempo se sabe que los ambientes de aprendizaje pasan por la calidad de los vínculos, hoy las escuelas han tenido que hacer planes para contactar a cada estudiante y han puesto la prioridad en saber cómo están emocionalmente. ¿Qué ha pasado en nuestras relaciones al poner el foco en el interés personal por el otro? Para un retorno a clases resiliente, las relaciones debieran ser una prioridad, y como tal debe intencionar hacia la construcción de confianza, el cuidado y la contención emocional. Especial atención debe ponerse a las voces de estudiantes y familias que han estado más desconectados o que tradicionalmente no son escuchados. Un objetivo importante para el próximo año es la retención escolar y acortar las brechas para una mayor equidad.


El florecer se refiere a generar las estructuras para que todos en la comunidad logren su óptimo desarrollo. De acuerdo al proyecto educativo puede haber identidades específicas que den contenido a este florecer. Pero hay ciertos indicadores que no pueden faltar para definir el florecer de la comunidad: motivación por el aprendizaje y motivación por enseñar, ambientes seguros y sentido de pertenencia. Para florecer el foco en el ASE es fundamental. No puede quedar al azar el desarrollo de competencias fundamentales para el desarrollo de las personas. Para florecer es importante dar apoyo a los docentes para ser agentes efectivos del ASE, medir de manera sistemática las competencias socioemocionales para un proceso de mejora continua e integrar lo más posible el ASE con el currículo académico y las prácticas propias de la cultura escolar.


Con el fin de ayudar a los equipos escolares a pensar sobre estos temas de cara al retorno a clases, en espacial con foco al año 2021, hemos diseñado un el taller REUNIRNOS, RENOVARNOS Y FLORECER, en el cual podrán reflexionar, practicar estrategias para usar en sus comunidades y recibir un valioso material para poner en práctica todo lo aprendido.






bottom of page