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Aprendizaje Socioemocional Como Base Para el Aprendizaje Académico



“No sacamos nada con tener estudiantes letrados y profesionales de excelencia, si no son personas honestas, esforzadas y empáticas.”


Frases como estas, que a veces se usan para dar relevancia al aprendizaje socioemocional, parten de una premisa equivocada, y es que el aprendizaje socioemocional sería algo que va en un carril paralelo a la formación académica. Lo que muestra la evidencia es que esto no es así. En general, los estudiantes con mejor rendimiento académico muestran mayores competencias socioemocionales.


El año pasado la OCDE entregó un primer reporte de la prueba piloto de la encuesta de habilidades socioemocionales, en el cual se muestra una fuerte correlación entre rendimiento académico y competencias socioemocionales (OCDE, 2021). Y este año 10 establecimientos han realizado la medición socioemocional de Fundación ama+ y los resultados muestran consistentemente que los estudiantes con más bajas calificaciones tienen menos competencias socioemocionales, así como una peor percepción del ambiente escolar y peores indicadores de bienestar.


Aunque no son datos sorprendentes, si nos invitan a reflexionar sobre la importancia del aprendizaje socioemocional para el rendimiento académico y sobre las acciones que se pueden implementar para apoyar a los estudiantes que más lo necesitan.


Si bien estas encuestas sólo muestran una correlación, la evidencia indica que los estudiantes con mejor rendimiento escolar poseen ciertas competencias que les favorecen. Entre las que más destacan son la regulación emocional, la mentalidad de crecimiento y la valoración del aprendizaje como un motor de cambio en sus vidas.


La regulación emocional es esencial para la autogestión del comportamiento, la adquisición de hábitos, la determinación frente a las dificultades y la mejor interacción con compañeros y con los adultos. La mentalidad de crecimiento, es la creencia en que se tienen las capacidades para mejorar y que el esfuerzo es necesario para alcanzar los objetivos. Por último, la valoración del aprendizaje, en especial en contextos de mayor vulnerabilidad, hace que el aprendizaje sea visto como algo valioso para salir adelante.


Tanto la OCDE como los resultados de ama+, también muestran que lamentablemente los adultos, en especial los docentes, tienen peores relaciones con los estudiantes que tienen bajas calificaciones y menores expectativas de su potencial. Esto podría significar que estos estudiantes reciben menos apoyo para su desarrollo socioemocional.


Entonces, debiera ser un foco prioritario atender a este grupo de niños, niñas y adolescentes, para brindarles más apoyo para el desarrollo de competencias socioemocionales claves para su rendimiento, entendiendo cuáles son sus necesidades.


El aprendizaje socioemocional, si bien es importante por muchas razones más que el rendimiento académico de los estudiantes, hay que considerarlo como una base para este y no como un agregado a la ya sobrecargada función de las escuelas. Es a través del aprendizaje socioemocional que se pueden lograr cambios positivos para las vidas de los estudiantes, tanto en su desarrollo cognitivo como en su bienestar.


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