top of page

Lecciones de Simone Biles


La renuncia de Simone Biles a los Juegos Olímpicos ha sido juzgada por algunos como un acto de valentía, y para otros, como una falta de profesionalismo. Por supuesto que muy pocos sabemos realmente qué pasó y cómo se dieron las circunstancias para que ella tomara esa decisión, y nuestras opiniones son sólo eso.

Me hizo recordar la historia de una estudiante de una escuela rural, que tenía la aspiración de llegar a la universidad, y por eso, al pasar a 1º medio, optó por ingresar a un gran liceo de la ciudad. Lamentablemente fue víctima de bullying y junto a su familia, tomó la decisión de cambiarse a un liceo más pequeño para cuidar su bienestar.

¿Falta de determinación de los jóvenes? ¿Generación merengue? ¿O estamos en un momento de cambio de paradigma sobre lo que significa el éxito y el sentido de la competencia? ¿Está nuestra juventud más consciente de sus decisiones y adoptando criterios de cuidado incomprensibles para otras generaciones?

Hace unos años Marcelo Ríos dijo en una entrevista que no había sido feliz en sus años en el circuito profesional. Tanto talento, tantas copas a costa de su felicidad. ¿Vale la pena? ¿Para quién?

La pandemia ha desnudado con violencia la importancia, que siempre ha tenido, el bienestar integral de las personas. La salud psicológica está dejando de ser tabú porque estamos siendo capaces de reconocer que las “lesiones” mentales son tan comunes como los lumbagos y esguinces. Según la Superintendencia de Seguridad Social el año 2019 las principales causas de licencias médicas fueron por enfermedades osteomusculares (20,4%) y por salud mental (23,6%).

Estamos en un momento crítico de la educación de nuestros niños, niñas y adolescentes(NNA). Durante los próximos meses y años van a necesitar recuperarse del daño provocado por la falta de clases presenciales y tendrán que adaptarse a un mundo que es incierto hasta para los adultos que debemos acompañarlos en su desarrollo. Ya se está viendo en algunos colegios, y también apoderados, la ansiedad de recuperación de contenidos académicos atrasados, generando una tremenda presión en los docentes y en sus estudiantes. Pasar todos los contenidos en un tiempo récord, ¿esa será la carrera que vamos a correr? ¿Cuáles son las medallas que queremos para nuestros NNA? ¿Qué significará el éxito de los estudiantes dentro de 5, 10 o 15 años más? ¿Cuando hablemos de desarrollo integral, estaremos pensando en puntajes PSU o en una idea más amplia de felicidad? ¿Queremos que todos ganen su medalla o habrá un podio de sólo 3 lugares importantes?

Pensamos que es fundamental pensar qué necesitan los estudiantes hoy desde una perspectiva más amplia que el currículum perdido en este año y medio. El mundo post pandemia, probablemente no va a volver atrás y hoy quizás hay una oportunidad de parar a pensar el diseño de la educación que realmente queremos.



bottom of page