Para muchas personas la celebración del día del niño es una invención del marketing. Si bien, efectivamente las tiendas aprovechan de promocionar sus juguetes, también es cierto que se puede aprovechar el día y el mes de la infancia como una oportunidad valiosa para reconocer y valorar a nuestros pequeños, destacando su importancia y rol en la sociedad.
La infancia (y la adolescencia) es una etapa crucial en el desarrollo emocional y psicológico de todas las personas. Como adultos cuidadores, ya seamos padres o profesores, tenemos la responsabilidad de brindarles el apoyo y reconocimiento necesario para que puedan construir una sólida autoestima y una visión positiva de sí mismos. En este sentido, la celebración del “Mes del Niño” o “Mes de la Niñez” adquiere un significado especial, ya que puede influir de manera positiva en la percepción que los niños tienen de sí mismos.
Es fundamental que los niños se sientan vistos, apreciados y valorados por quienes los rodean. Los niños no son solo adultos en formación, son personas y requieren ser vistas cómo tales.
En este “Mes de la Niñez” invitamos a todos y todas quienes educan a:
Fomentar la conciencia de que son un grupo valioso para la sociedad. Al participar en actividades y eventos especiales, los niños experimentan un sentimiento de compañerismo y conexión con sus pares, lo que les ayuda a desarrollar un sentido de identidad y pertenencia a un grupo.
Reafirmar y conversar sobre los derechos de los niños y niñas. Es fundamental que nuestros hijos, e hijas y estudiantes conozcan y comprendan sus derechos, para que puedan desarrollar una mayor conciencia de su valía como individuos y la importancia de ser respetados y protegidos.
Celebrar para activar emociones positivas, las cuales son tan necesarias para el bienestar.
Reflexionar sobre cómo está el bienestar de la infancia.
Este último punto adquiere hoy una especial relevancia, puesto que después de la pandemia se ha visto un gran deterioro en las habilidades socioemocionales de niños, niñas y adolescentes, las cuales son fundamentales para el bienestar.
En Fundación ama+, desde el año pasado, hemos aplicado nuestro Barómetro SocioEmocional a estudiantes, docentes y apoderados. El grupo con peor bienestar es el de
las y los estudiantes. De una muestra de 2.072 estudiantes, el logro es de un 58%. En cambio, el bienestar de adultos está en un 69%. ¿Qué quiere decir esto? Que los NNA están menos satisfechos con su vida.
En el imaginario existe la idea de que la infancia es una etapa feliz, sin preocupaciones. Pero las cifras parecen indicar lo contrario. Cabe destacar que en el detalle de estos números vimos que el lugar donde menos felices se sienten es en la escuela.
¿Qué podemos hacer para aumentar el bienestar?
Es necesario atender a las necesidades básicas de cuidado y protección, como primera instancia. Y en espacial atender a las necesidades psicológicas básicas de los NNA.
Tener autonomía, entendida como la posibilidad de autorregular el comportamiento a través de la toma de decisiones y la posibilidad de opinar acerca de lo que les afecta. Algunas ideas para promoverla: ofrece alternativas cada vez que puedas, elegir su ropa, elegir a sus amigos, elegir sus hobbies, elegir qué fruta quiere comer, etc. Para muchas personas la celebración del día del niño es una invención del marketing. Si bien, efectivamente las tiendas aprovechan de promocionar sus juguetes, también es cierto que se puede aprovechar el día y el mes de la infancia como una oportunidad valiosa para reconocer y valorar a nuestros pequeños, destacando su importancia y rol en la sociedad.También pregunta su opinión, esto no significa que tengas que darle la razón, pero considera su perspectiva si vas a tomar una decisión que le afecta. El sólo hecho de ser escuchado, te hace sentir capaz y valorado. Tomar decisiones y elaborar una opinión son ejercicios cognitivos que favorecen el pensamiento crítico y una mejor toma de decisiones.
Tener vínculos positivos, es decir, sentir pertenencia y capacidad de contribuir en las relaciones. Expresa frecuentemente tu cariño y aprecio, muestra interés por lo que dicen o hacen, dale oportunidades para ayudar y hacer el bien.
Tener sentido de competencia, es decir, de autoeficacia y maestría. Para esto es necesario plantearles desafíos óptimos, que sean suficientemente desafiantes como para que tengan que esforzarse, pero también suficientemente alcanzables para que no se desanimen. Celebrar logros y fomentar una mentalidad de crecimiento cuando haya fracasos o errores.
Como padres y profesores, tenemos el poder y la responsabilidad de trabajar juntos en la formación de niños seguros, confiados y felices, y sobre todo resilientes para enfrentar sus desafíos. Celebremos el mes de la niñez con entusiasmo y compromiso, asegurándonos de que nuestros pequeños se sientan amados, valorados y capaces de alcanzar cualquier meta que se propongan.