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PRISM: un modelo de habilidades para el siglo XXI


Varios autores y científicos han planteado que los trabajos desempeñados por humanos están en riesgo, se pregonan catastróficas consecuencias por el desarrollo tecnológico, y como humanidad tenemos enormes desafíos para hacer de este mundo un hogar sustentable y equitativo. En su recién lanzado libro Tomorrowmind, Gabrielle Kellerman y Martin Seligman, considerando numerosos estudios en organizaciones, plantean que hay cinco habilidades fundamentales a desarrollar para un óptimo funcionamiento en el mundo actual, donde los cambios suceden a una velocidad nunca antes vista, generando gran incertidumbre en las personas.


Desarrollar estas habilidades desde la escuela puede ser una gran contribución para las sociedades.

Las cinco habilidades a que se refieren las han juntado con el acrónimo PRISM.

P: prospección

R: resiliencia

I: innovación

S: apoyo social (Social Support)

M: propósito y la percepción de importar (Meaning y mattering)


Prospección es la capacidad cognitiva de imaginar el futuro, posibles escenarios y resultados. Involucra las capacidades de anticipar, planificar, establecer objetivos y tomar decisiones en base a una mentalidad orientada al futuro. También incluye las habilidades para imaginar las posibles consecuencias de las decisiones.

La resiliencia es una capacidad natural de los seres humanos, que puede ser entrenada y mejorada. Se refiere a la capacidad de levantarse frente a las adversidades. Numerosos estudios que estudian a las personas resilientes nos revelan que estas tienen una alta capacidad de regulación emocional, autoeficacia, autocompasión, optimismo y flexibilidad cognitiva.

La innovación es el resultado de mentes creativas, que se atreven a pensar las cosas y el mundo de distintas maneras. Muchas veces la innovación es castigada por contextos que buscan uniformar el pensamiento y que dan poco espacio para el ensayo y error.

El apoyo social se refiere a que todos necesitamos de vínculos positivos para florecer, por eso, cultivar las relaciones interpersonales y tener habilidades sociales para ello es muy importante.

Por último, el propósito o tener un sentido de vida ha sido estudiado como uno de los pilares en todos los modelos de bienestar. En Tomorrowmind, sus autores plantean que este concepto puede ser muy amplio y poco operacionalizable, y por eso proponen desarrollar específicamente un aspecto más específico del propósito el mattering. Esta palabra no tiene una traducción adecuada al español pero podríamos definirla como el sentimiento o la convicción de que uno hace una diferencia en el mundo, en su trabajo, en su comunidad, en su escuela, en su familia, etc. Para ello es importante valorar lo que uno hace y tener logros, pero también que estos sean reconocidos.

¿Están nuestras escuelas desarrollando estas habilidades? Muchas veces si, pero de manera mas bien inconsciente o no intencionada. Pensemos cómo podemos proveer de estas fortalezas a nuestros estudiantes.

Algunas ideas que proponemos son:

  1. Plantea desafíos en los que no haya garantía de los resultados y deja que tus estudiantes propongan qué se puede hacer, qué escenarios posibles ven de acuerdo a sus planes y qué consecuencias tendrían sus acciones en ellos mismos, en otros y en la comunidad.

  2. Celebrar el error. Esto no sólo es corregir. implicar dar oportunidades para intentar nuevamente y celebrar de verdad. ¿Te imaginas una clase donde se aplauda una equivocación? ¿O profesores que evidencien sus propios errores como ejemplo de aprendizaje? Una actividad sencilla puede ser que una vez a la semana por ejemplo, los estudiantes y los docentes puedan contar qué errores cometieron, cómo se sintieron y qué hicieron para aprender.

  3. Cree en la resiliencia de tus estudiantes, no les resuelvas los problemas, en cambio, muestra empatía cuando se frustran pero orienta sus mentes hacia sus fortalezas y brinda calma y la certeza de que estás ahí para apoyarles.

  4. Intenta cultivar relaciones positivas con todos y todas tus estudiantes. Nuestras mediciones con el barómetro Socioemocional nos indican que casi la mitad de los estudiantes no siente que cuenta con los adultos de su comunidad escolar, y una baja confianza en que a los profesores les importa realmente cómo están. También hemos visto que los estudiantes con más bajas calificaciones tienen peores vínculos con los docentes. Entonces es importante hacer un esfuerzo extra con aquellos estudiantes que más lo necesitan, interesándose por sus intereses y gustos, teniendo pequeños gestos de afecto que pueden ir desde mirar a los ojos, saludar con una sonrisa o mostrarte disponible sea para lo que sea.

  5. Los estudios del propósito en la adolescencia (Damon, 2008) muestran que normalmente el propósito surge con intereses que los niños y niñas descubren fuera del hogar, con experiencias que viven en el colegio o actividades extracurriculares. Por eso este es un tema del cual las escuelas debieran hacerse cargo. Es necesario brindar espacios para hablar sobre sus intereses, gustos y motivaciones, y tomarlas en serio. Aún cuando parezcan sueños imposibles, puede ser el germen de un propósito que les de significado en el futuro.


Kellerman, G. R., & Seligman, M. (2023). TomorrowMind: Thriving at Work with Resilience, Creativity, and Connection—Now and in an Uncertain Future. Hachette UK.


Damon, W. (2008). The Path to Purpose: How Young People Find Their Calling in Life. http://ci.nii.ac.jp/ncid/BB10867446


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