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UN JUICIO APRESURADO


Cuando escuché por primera vez el audio de una profesora sobrepasada con sus clases híbridas, mi primer análisis me llevó a juzgarla rápidamente. Pensé que la forma como es expresaba de sus estudiantes hablaba muy mal de ella como profesora. "¡Qué poco cariño por esos niños y niñas!", pensé. También, analizando más en profundo, llegué a la conclusión de que había sido muy poco responsable en su decisión de grabar un audio de esa naturaleza. Como adulto y como educadora, ella debiera ser capaz de anticipar las posibles consecuencias de sus acciones, opiné. Más encima, reflexioné, es lo que predicamos a los niños, niñas y adolescentes todo el tiempo sobre el impacto de lo que publican, la huella digital, etc. Debo aclarar, que nunca estuve de acuerdo con su despido, me parecía un poco exagerado.

Al pasar los días, sin embargo, he ido repensando mi primer juicio apresurado, movida por la compasión hacia esta docente totalmente agobiada por la situación. Y eso que esto ocurrió en un colegio Particular del "barrio alto", donde seguramente se cuenta con los mejores recursos para apoyar a sus profesores en este desafío de la educación a distancia.

Primero, este dato me hizo pensar que si los docentes de colegios privados están así de estresados, probablemente en el sistema público la cosa sería mucho peor. Si nos fijamos, la profesora del audio está agobiada con el manejo de mucha tecnología al mismo tiempo, la cámara, el wapp de los papás, la cámara, etc., y la oportunidad de tener algunos niños de manera presencial. En otros colegios y escuelas el agobio es porque no hay medios para llegar a los estudiantes sin conexión, o porque los estudiantes no se concentran porque tienen hambre o sus padres están sin trabajo, o porque están en su casa cuidado a algún abuelito, y todas esas realidades que han sido resaltadas en los medios. Muchos docentes están agobiados por la falta de recursos para sostener una educación digna y mínima.

Varias encuestas entre docentes señalan que son una de las profesiones con mayores niveles de estrés crónico, agotamiento y burn out.

Entonces, me pregunté "¿Es esperable que las personas actuemos adecuadamente y tomemeos buenas decisiones cuando estamos así de mal?" ¡Por supuesto que no! Obviamente recordé varias situaciones en que estando muy estresada he "metido la pata". Y esto tiene una explicación neurobiológica, porque el estrés crónico literalmente nubla la razón, es como si todo ese cortisol excesivo que circula por nuestro cuerpo bloqueara nuestra "torre de control". Nuestras capacidades de analizar consecuencias y controlar los impulsos desaparecen, o están muy descendidas. Esta es la misma razón de por qué los estudiantes no pueden aprender cuando están con estrés crónico o agudo. Y aún más, el estrés crónico impide que podamos ser creativos, lúdicos, innovadores y empáticos.

Estamos viviendo una situación dramática en educación, pero el estrés y malestar docente viene de mucho antes. Los niveles reportados de agotamiento entre profesores, dan cuenta de que el sistema escolar completo vive en un estado de alarma permanente, presionado por las contingencias de sus resultados en pruebas estandarizadas, currículos extensísimos, y en especial una burocracia aplastante. En ese estado será difícil avanzar mucho más en calidad.

Debido a la pandemia el bienestar emocional, la contención, el aprendizaje socioemocional y conceptos similares, han pasado a tener mucha tribuna. Esto es positivo porque se levanta un tema que era urgente desde hace tiempo.

Desde nuestra experiencia y revisando la evidencia, la contención emocional y el aprendizaje socioemocional para los estudiantes NO es posible si no atendemos a los adultos primero. Por eso promovemos como acción primera, en cualquier comunidad educativa, el bienestar docente. El año pasado un equipo de ama+ participó en el desarrollo de la Bitácora para el Autocuidado Docente, que esperamos sea una contribución real para el bienestar que ellos y ellas necesitan para desempeñarse bien profesionalmente. Y este año decidimos instalar un espacio de autocuidado abierto a todos quienes trabajan en comunidades escolares, con nuestro VIERNES PARA EL AUTOCUIDADO DOCENTE.

Pido perdón a la profesora del audio, por mi juicio apresurado. Deseo que ojalá el sistema escolar pudiera parar un momento, respirar, abrazar a sus profesores que son el corazón de la educación, y luego, cuando hayan todos recuperado su "torre de control", repensar la educación que soñamos.

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